El éxito de una empresa siempre es el mejor ejemplo de la acción denodada y arrolladora de un grupo humano conformado en un verdadero equipo.
Estamos acostumbrados a pensar en término de equipo cuando nuestro punto de análisis es la competencia deportiva. En el fútbol, rugby, basquet, etc., la diferencia entre el ganar o no se debe muchas veces a la disposición y uso de un equipo humano verdaderamente integrado, más allá de la utilización de la estrella de momento.
Si bien este concepto es ampliamente compartido por todos, en términos de empresa cuesta mucho materializarlo.
El empresario, sobre todo en la PyME, en su fuero más íntimos esta convencido que la formula del éxito pasa por la sumatoria de su número de DNI.
El es principio y fin de logros y victorias. Al momento de hablar en público o participar de un debate o charla empresaria, resurgen en él los principios administrativos modernos que lo conducen a verbalizar que en su empresa el equipo es lo que le permite acceder a su posicionamiento actual. No obstante, realmente en su pensamiento medular éste no cree en ello; entiende que eso vale sólo para las grandes empresas, las que supuestamente (según su creencia) tienen mejor nivel de gente trabajando para ellas.
Somos un animal social por definición. El hombre adquiere su condición de tal gracias a la sociedad que lo rodea y nutre.
Por ende, el logro de metas y objetivos, en el deporte como en el mundo empresario depende de los equipos y no de las individualidades.
Si ya sé que si no fuera por Ud. su empresa no abriría o América no fuera descubierta. Lo que se señala es que si Ud. abre las puertas de su negocio y no tiene la gente que lo acompaña conformando una unidad de trabajo mancomunada no podría atender las múltiples obligaciones y gestiones requeridas para el cumplimiento de su misión. Sin los marineros Colón jamás hubiera ni si quiera intentado salir del Puerto de Palos.
La gran diferencia que existe entre un grupo humano, incluso conformado por estrellas, y un verdadero equipo es la consabida sinergia positiva que éste último genera; esa fuerza que brinda la comunión entre los hombres y que representa una capacidad superior a la suma de las fuerzas aportadas por los individuos. Un equipo exitoso es más que la suma de las individualidades.
Todo bien; a la larga todo empresario por experiencia propia o sobre la base del uso de su razón concuerda en ubicar la clave del éxito al desarrollo, concreción y posterior gestión del equipo.
Pero ¿cuáles son las características básicas de un equipo ganador?
El grupo humano conformado en un verdadero equipo tiene la siguiente caracterología.
1) Conoce de manera medular la causa y fin de su trabajo.
El grupo tiene perfectamente claro la misión de la empresa y fundamentalmente comulgan en él.
Este punto es crucial dado que los integrantes del equipo participarán de él como factor en común. Este es la finalidad última de la organización y al ser la motivación de los participantes se constituye en un motor impulsor que une y propulsa a los individuos convirtiéndolos en un sistema generador de acciones mancomunadas y de alta resolución en cuanto a la superación de obstáculos y problemas.
Por consiguiente la misión de su organización no puede quedar a oscuras, la misma debe ser trasparente y promulgada a cuatro vientos dentro entre los participantes del proyecto.
Jamás podrá tener un grupo ganador si éste desconoce el fin último que justifica su existencia dentro del cuadro empresario.
Dicho esto defina el fin a alcanzar; tenga en claro la necesidad que se propone satisfacer; identifique a su cliente (o quién debería ser); analice a su competencia y evalúe la razón de ser de ella como los valores que la hacer fuerte y permanente en el tiempo y por sobretodo jamás pierda de vista la relevancia y función de la organización y de las personas que la componen en la comunidad.
Recuerde que ya lejos quedo la idea que la empresa tiene como único y fin la obtención de lucro. La gente tiene diferentes motivaciones para brindar su aporte y en términos generales la gente de bien comparte la necesidad de sentirse parte de la sociedad participando activamente en ella; aunque más no sea cumpliendo satisfactoriamente con su trabajo cuando éste tiene un fin de importancia dentro del concierto de roles y funciones del cuerpo social.
Luego contando ya con una visión clara de su proyección futura y el lugar donde quiere llegar comuníquelo a toda su gente.
Utilice todas las herramientas que Ud. conozca e incluso sería aconsejable que le pregunte a un profesional la manera más apropiada y certera de diseminar el mensaje.
Distribuya una simple nota al respecto; pocas y simples palabras; cree un lema donde se señale la prioridad; pero tenga presente que Ud. y su accionar cotidiano es el medio publicitario de mayor relevancia entre su personal.
De nada sirve el mejor de los textos, lemas si su actuar no condice con lo promulgado. La gente lo esta viendo y escuchando en todo momento, Ud. es el modelo de comportamiento; se encuentra en un escenario y cada gesto, mirada y reacción son evaluados hasta en su mínimo detalle por los espectadores sus empleados.
Aquí no cabe el has lo que yo digo y no lo que yo hago; ellos repetirán su accionar una y mil veces, es Ud. el líder y modelo a repetir.
2) Son plenamente consientes de las metas a satisfacer.
El saber hacia donde se va no implica el conocer el qué se debe hacer para lograr tal fin; sobretodo cuanto más elevado sea el fin a cumplir.
En términos militares todos los soldados deberían saber la razón de la guerra en la que participan, de eso estriba el compromiso que aportan. No obstante, el saber la causa de su lucha no les significa el conocer cuáles son las colinas o terrenos a ocupar para lograr la victoria final.
Así, el empleado o grupo necesita para ajustar su desempeño el conocer cuáles son las metas a alcanzar siendo ellas expresadas de la manera más específica posible.
La mensurabilidad de los logros a cumplir es un requisito que hace a la posibilidad de obtenerlos o no.
Por consiguiente defina un plan de trabajo con metas y objetivos a corto y mediano plazo que sean de conocimiento del grupo y que sean perfectamente mensurables para que de esa manera puedan servir de medida de eficiencia y eficacia.
Resulta importante que en la definición de objetivos y metas participen los integrantes de la organización; ellos al actuar activamente en la identificación y conceptualización de los logros llevan a cabo un acto trascendental en la obtención de los mismos; ellos al participar en la definición se comprometen con él haciendo que su gestión sea más directa y personal.
De igual forma permita que ellos actúen en la evaluación de la gestión; su acción los obligará a un mayor compromiso para la nueva meta a satisfacer.
3) Son plenos usuarios de un sistema de control de gestión.
Ya conocido el fin perseguido; definidos los objetivos y metas en tiempo y forma, se requiere contar un tablero de control que facilite la evaluación de las variables.
De no contar con ello se estaría dificultando la tarea del grupo dado que se les estaría restringiendo la posibilidad de la evaluación y corrección de su accionar.
Por tanto, resulta vital instrumentar el tablero y una metodología de análisis, interpretación y participación de todos los integrantes del grupo si se pretende la máxima eficiencia el proceder.
Recordemos que la palabra control significa la evaluación de lo actuado respecto de lo esperado y las medidas correctivas respectivas. Sin ésta última parte no estaríamos frente a un efectivo control tal cual se lo entiende en la administración moderna.
Lleve a cabo reuniones de evaluación con su personal, permita su activa participación en la medición y conclusión, explique la importancia de cada variable con relación a las metas, objetivos y fines últimos y dedique lo mejor de Ud. en discutir con cada integrante su desempeño y como influye éste en la perfomance de la organización en el proyecto emprendido.
4) Son receptores de la mejor política de motivación y reconocimiento.
Todos los seres humanos estamos hambrientos de afecto y reconocimiento.
Los fines, objetivos y metas ya fueron definidos. El análisis y evaluación del accionar de los individuos y del grupo ya se lleva a cabo gracias al tablero de control implementado y las reuniones al respecto.
Ahora se requiere la directa participación del líder en cuanto al reconocimiento de las conductas y acciones del grupo. Una correcta política de motivación y reconocimiento asegura a la empresa un alto nivel de compromiso del personal en relación con la firma y su actividad.
Como en otro artículo hemos mencionado de los besos a los pesos hay una infinidad de alternativas para que el hombre y su grupo sepan sentirse parte sensible en el plan de trabajo y dispongan todo su potencial en pos del camino a seguir.
No evalúe el plan en cuanto a las dificultades que hay que resolver. Analice el mismo con relación a la política de motivación y reconocimiento que este dispuesto a aplicar.
Una de los atributos más relevantes de los grandes líderes ha sido la capacidad de éstos para conducir a su gente y lograr de éstos rendimientos superiores a los estándares, incluso por sobre lo que la misma gente suponía poder rendir. Esto lo han logrado dando a ese hombre esa cuota de reconocimiento, ese afecto (en sus distintas formas) que le hacía falta.
El Gran Anival, Colón, San Martín, el Gral. Patón, Gandhi, etc. todos han sido maestros de la motivación y el reconocimiento.
Conozca a su gente, identifique los elementos motivadores que los movilizan y fundamentalmente sepa reconocer los esfuerzos y logros individuales y grupales; obtendrá así un grupo fiel y dispuesto al sacrificio que le exija su labor.
5) Son conocedores de su rol dentro de la organización, de la importancia del mismo y son partícipes en un sistema de mejora continua.
El personal puede conoce el fin, los objetivos y metas, disponer un sistema de evaluación y control, estar debidamente motivados y reconocidos, pero si desconocen su rol y la importancia que el mismo tiene resulta imposible obtener un grupo congruente, unido y cabalmente comprometido con la misión.
El éxito de la organización depende de la conciencia de cada individuo de su función dentro del todo en pleno conocimiento de la verdadera relevancia de su aporte respecto del fin propuesto y la capacidad que se le brinda de implementar un sistema de retroalimentación tendiente a la depuración y perfeccionamiento de su accionar y del grupo.
En otras palabras los diferentes partícipes deben conocer su función y tener la posibilidad de participar también en el proceso de perfeccionamiento de su gestión.
Para ello la empresa debe sistematizar un programa de consulta y diálogo atinente a permitir la discusión de los métodos empleados y promulgar la iniciativa tendiente a la mejora continua de los mecanismos y procesos.
Debe considerar también que cuando hablamos de un grupo ganador estamos hablando de un equipo de hombres y mujeres que fundamentalmente:
· Todos comulgan en el logro de un objetivo común que esta por encima de los objetivos particulares. Es tal esta afirmación que cuando estamos frente a un verdadero equipo se podrá observar que sus integrantes sacrifican sus intereses personales en pos de la obtención de los grupales.
· Todos trabajan y sienten premios y castigos en su condición de grupo. Los logros, éxitos y pérdidas son sentidos por todos por igual en su condición de cuerpo orgánico.
Cuando nos encontramos con supuestamente equipos conformados con estrellas generalmente el reconocimiento va dirigido hacia ellos; el resto del equipo participa de la alegría del éxito pero lentamente se va materializando un proceso de disgregación dado que la estrella esta con ellos pero no es parte de ellos, progresivamente la división entre el agua y el aceite se va llevando a cabo y por consiguiente la ya mencionada sinergia positiva desaparece y con ella la perfomance que ella otorga.
· Los partícipes de un equipo, además de compartir los sentimientos y objetivos del grupo, comparten interese menores y desarrollan afecto entre ellos.
El hecho de tener un factor en común, como ser los objetivos fundamentales que le dan sentido al grupo, produce un acercamiento muy completo entre los integrantes del grupo observándose que a medida que la unión se hace más estrecha se desarrolla un espíritu de cuerpo que conlleva un cierto afecto entre los individuos así como la ínter- relación entre los mismos en la participación y común interés de objetivos menores o particulares.
· Un equipo desarrolla un espíritu competitivo que puede estar lejos del perfil psicológico de sus integrantes en su análisis individual.
En la actualidad, el ámbito empresario es un campo competitivo por definición, un equipo debidamente conformado dentro de ésta área desarrolla un espíritu competitivo particular que en muchos casos supera la media en éste concepto de las personas que lo componen.
Esta actitud se relaciona con el medio y con la condicional natural de los hombres en cuanto a la acción de él dentro de la manada. La competitividad y agresividad que en ella muchas veces va implícita se desarrolla en forma sencilla y sin impedimentos dado la complacencia y seguridad que le brinda al individuo el grupo. Esta actitud resulta muy difícil observar cuando dicha persona debe actuar en soledad.
· Cuanto más se encuentre conformado el equipo, más podrá visualizarce el cabal conocimiento que tiene el hombre de su rol y su desempeño perfecto.
Un ejemplo que hace evidente ello es el de los grupos comando de las fuerzas armadas (cualquiera sea éstas). Los integrantes de éstos grupos; usualmente de pocos integrantes y que buena parte de las misiones deben ser cumplidas encuentra tras las defensas enemigas; tienen una formación que les permiten usas el 100% de su capacidad de combate no distrayendo su atención en la preocupación de lo que esta haciendo su compañero.
Ellos saben perfectamente lo que deben hacer; se entrenan exhaustivamente en el cumplimiento de su tarea; y lo hacen y no necesitan mirar donde está su compañero o lo que esta haciendo. Cada uno de ello sabe, sin mirar, que su compañero esta donde debe estar y esta haciendo lo que debe estar haciendo.
De esa forma el cerebro de cada uno de ellos dedica su potencial y concentración en un todo hacia la misión por la cual él, como sus compañeros, esta dispuesto a dar hasta su vida en la consecución de la misma.
Esto que suena sencillo desde el campo conceptual requiere largos períodos de entrenamiento y el desarrollo de la confianza con el otro. A nivel empresario en muy pocas empresas se intenta desarrollar tal comportamiento; no obstante, en aquellas que lo han intentado y logrado han podido disfrutar de resultados más que proporcionales en cuanto a la inversión en tiempo y recursos aplicados.
Un equipo comprometido con el éxito un mucho más que la suma de sus individualidades; pero un equipo no nace, se hace y tal tarea es la función de un líder.
Ud. en su empresa, si esta dispuesto a alcanzar el fin propuesto, necesita de un equipo ganador. La generación del mismo así como su desarrollo y permanencia dependen de su gestión.
No es una tarea fácil ni sencilla, pero tampoco es imposible. Como todo en la vida el 99% de la concreción depende de las ganas que tenga de ello y por consiguiente el sacrificio que este dispuesto brindar en pos de ello.
Si tanto desea el éxito de su organización verá que ésta tarea no es tan grande como parece. Si no, puede hacer como la mayoría, baje los precios para seducir a su clientela y acercar el tiempo en que no pueda permanecer en el mercado.