Las PyME; comparativamente con las grandes empresas; dispone de una gran capacidad de respuesta inmediata, lo que representa un verdadero factor de relevancia a la hora de competir.
No obstante, es muy común ver como aún con dicha capacidad, la situación cambiante del mercado puede superarla y destrozar en poco tiempo la labor de años.
Al margen de la escasa capacidad de resistencia que tienen las PyMEs como consecuencia de sus muy limitados recursos; esa situación se presenta en razón de no contar con un sistema que le permita prevenir las amenazas y así reducir su impacto.
Ya Michael Porter en su legendario análisis de las fuerzas competitivas identificaba a cinco variables (fuerzas competitivas) que se interaccionan en el mundo empresarial:
• Poder de negociación de los Compradores o Clientes.
• Poder de negociación de los Proveedores o Vendedores.
• Amenaza de nuevos competidores entrantes.
• Amenaza de productos sustitutivos.
• Rivalidad entre los competidores.
No obstante, podríamos ampliar dicha lista agregando:
• La aparición de nuevos productos.
• La dinámica de crecimiento del segmento objeto.
• Cambios en el accionar de los competidores.
• Cambios en los gustos de los consumidores.
• Crisis financieras y/o políticas (nivel nacional e internacional).
• Grado de regulación del sector por parte de las autoridades gubernamentales.
• Política económica y grado de confianza de la sociedad.
• Acciones ecológicas posiblemente vinculadas con el sector.
• Inflación de costos (incremento de costos estructurales y operativos).
• Recursos humanos escasos y/o de alto costo de adquisición y retención.
• Nuevas formas de comercialización.
• Volatilidad (baja fidelidad) de la cartera de clientes.
• Crisis de confianza del cliente hacia el mercado oferente.
Estas variables y sus combinaciones, determinarán el contexto donde se moverá la PyME y, según sea su capacidad de respuesta, será la tasa de supervivencia que ostente.
Observando este cuadro y la magnitud de los peligros enunciados, es fácil concluir que la clave a fin de la supervivencia estará en anticiparse y tomar acciones que defienda a la empresa de estos factores y variables e inclinarlas a nuestro favor.
En función de esto, la PyME debe desarrollar con extremo cuidado un sistema que prevea la crisis y le permita la anticipación antes dicha y para ello deberá considerar:
a. Identificar y vigilar a los principales “actores” del área o sector de incumbencia.
b. Definir las debilidades de la organización y en base a las mismas evaluar acciones potenciales que afecten negativamente a la empresa.
c. Enumerar las amenazas vigentes y posibles de los distintos factores y partícipes y monitorear las mismas.
d. Definir indicadores (en base a la experiencia o el estudio de situaciones) que permitan prever crisis.
e. Establecer criterios de prioridad en la evaluación de riesgos y situaciones.
f. Definir las fortalezas de la organización y la capacidad de respuesta ante las distintas situaciones previstas.
g. Evaluación de las oportunidades que se presenten como consecuencia de interacciones de las variables en estudio.
h. Establecer un responsable de la evaluación y la periodicidad en la evaluación y discusión de situación reinante y las posibles acciones a tomar.
Seguramente Ud. esta pensando que lo escrito no es nuevo ,ni deslumbrante, ni tan sencillo; a lo cual, debo darle la razón; no obstante, si bien no he inventado la pólvora, debo decirle que aún siendo así de conocido, las PyMEs y otras empresas no lo llevan a cabo con la consabida consecuencia.
Muchas son las explicaciones que los empresarios exponen y que intentan justificar el por qué no aplican una política de prevención pero dos de las más nombradas son a) lo caro que son los sistemas de prevención aludidos y b) la gran tasa de error en la predicción que encierra este tipo de análisis.
Respecto del tema de lo oneroso que pueden ser estos sistemas, me gustaría que evalué cuán caro es disponer de un matafuegos, una goma de auxilio, un crique hidráulico, el seguro, balizas…etc. en su automóvil? Saque ese costo antes de la pinchadura o el incendio y a posterior del incidente. También puedo preguntarle sobre su cuota de seguro o prepaga médica o el seguro de incendio de su casa…sigo?
Respecto de la segunda justificación, la b), esto me recuerda que el Servicio Meteorológico, también es un servicio de anticipación y muchas veces no sucede lo que se espera, pero, no por eso dejamos de consultarlo a la hora de realizar una salida u organizar un evento.
Lo cierto es que muchas PyMEs no desarrollan el hábito de prever lo que pueda ocurrir y así se exponen y elevan sustancialmente la posibilidad de quiebre o cierre.
Las empresas que tienen visión de futuro buscan y logran desarrollar procesos que reduzcan la incertidumbre y, aún sabiendo que son imperfectos, los llevan a cabo dado que su aporte no deja de ser muy valorado y hasta imprescindible para la sobrevida.
Si a esto se le adiciona un programa tendiente a reducir las debilidades operativas y de mejoras en cuanto al mix de marketing, se estará ante un verdadero plan estratégico de permanencia y crecimiento; lo que garantizará en gran medida el devenir futuro de la organización.
Ud. dispone de una gran cantidad de datos y solo debe transformar los mismos en información útil para su actividad.
La planificación tal cual se la veía en las décadas pasadas ya no es eficaz para proyectar el futuro. La empresa vive hoy una dinámica nunca vista en la historia del comercio y la capacidad de adaptación y anticipación son los grandes pilares donde se apoya la gestión empresaria actual.
El nivel de análisis y prevención es una necesidad de todas las organizaciones, no obstante, dada la fragilidad que tienen las PyME, para estas resulta de vital importancia. Se debe tener presente los muy limitados recursos con que se cuenta y entender que la información deja de ser un agregado o lujo de las grandes empresas para ser un requisito indispensable para el desarrollo de las pequeñas.
Los movimientos bruscos y cada vez más rápidos de las variables del mercado definen su gran volatilidad y esto hace que las empresas que se anticipan desarrollan una verdadera ventaja competitiva ya que incrementan la posibilidad de permanencia y éxito.
Deténgase solo un momento y empiece a analizar los indicadores de “su” realidad empresaria, quizás, alguno de ellos le esta indicando que algo esta cambiando y no se había dado cuenta (es difícil ver el detalle en el fragor de la batalla) y debe contemplar acciones a tomar que mejorarán su perfil.
Piense que «Las crisis no roban el largo plazo, sino que transforman el camino», (Roberto Vassolo, Univ. Austral) y de no estar atento puede salir de este.
«Los contextos de crisis… nos hacen tomar conciencia de la incertidumbre», (Laura Gaidulewicz, IDEA) siendo esta una realidad inamovible pero, trabajando sobre esta, puede ser una gran aliada en su realidad competitiva haciendo que sus competidores perezcan por mala o falta de previsión.